Osteopatía y fisioterapia son dos especialidades terapéuticas que han demostrado su efectividad en la atención, tratamiento y prevención de patologías del suelo pélvico. Estos enfoques terapéuticos abordan las complejidades de tales disfunciones de manera integral y personalizada. Por eso, además de aliviar las molestias físicas, también pretenden educar y empoderar a los pacientes en su camino hacia una recuperación completa.
El suelo pélvico, elementos básicos para entender su tratamiento con osteopatía y fisioterapia
El suelo pélvico, también conocido como periné o diafragma pélvico, es un conjunto importante de músculos, ligamentos y fascias que actúan como base de la cavidad pélvica. ¿Qué significa eso? Pues, que este entramado de elementos proporciona soporte vital a órganos como la vejiga y el útero (en las mujeres). Además, a través de su parte inferior, pasan la uretra, el recto y la vagina (en la mujer). Sin duda, tienen un papel crítico en la continencia fecal y urinaria, porque permiten la micción y la defecación. Pero, igualmente, facilitan el coito y el parto.
Cuando hay disfunciones en el suelo pélvico, pueden surgir problemas como la incontinencia urinaria o fecal, afectando nuestra calidad de vida diaria. ¡Y no pienses que esto solo ocurre en ciertos momentos de la vida! Las mujeres, especialmente después de la menopausia o el parto, pueden experimentar estas disfunciones con más frecuencia.
Ahora, hablemos de las causas más comunes de problemas en el suelo pélvico. Algunas personas experimentan hipertonicidad en los músculos del suelo pélvico, es decir, están demasiado tensos. Esto puede desencadenar dolor durante las relaciones sexuales, urgencia e incontinencia intestinal y vesical. Por otro lado, la hipotonicidad, o debilidad muscular, puede resultar en incontinencia de esfuerzo y hasta en el prolapso de órganos pélvicos. Pero, ¿cómo tratar estos estados tan diferentes?
Aquí es donde entran en juego las disciplinas terapéuticas que nos ocupan. Como veremos más adelante, ambas son coadyuvantes en el tratamiento del suelo pélvico en los dos casos descritos. Desde dolores pélvicos crónicos hasta síndromes miofasciales, dispareunia, y más, la dupla osteopatía y fisioterapia puede abordar un amplio abanico de disfunciones con eficacia.
Osteopatía y fisioterapia en ginecología, obstetricia y disfunciones urológicas
En el amplio campo de la salud femenina, las disciplinas que analizamos brillan con luz propia. Desde tratar dolores pélvicos crónicos hasta disfunciones hormonales, la osteopatía y fisioterapia ginecológica son clave. Más aún, durante el embarazo, se convierten en aliadas convenientes, porque preparan el cuerpo para la concepción, aliviando dolores de espalda y contribuyen a una preparación física adecuada.
Pero no solo eso, ¡también son indicadas en diversos problemas urológicos! En efecto, osteopatía y fisioterapia proporcionan soluciones efectivas para la incontinencia urinaria, los prolapsos de vejiga, síndrome de vejiga hiperactiva y más.
Osteopatía en el embarazo y en el posparto
El milagro del embarazo trae consigo un conjunto de cambios fisiológicos que se extienden más allá del parto. Mantener la salud de la mujer durante este período es esencial, no solo para un embarazo y posparto saludables, sino también para el desarrollo óptimo del bebé. En este sentido, la osteopatía se presenta como un aliado fundamental.
Durante el embarazo, el cuerpo experimenta ajustes notables, y es común que surjan molestias en la región lumbar, pelvis y abdomen. El osteópata, con su enfoque de terapia manual, trabaja para aliviar las tensiones musculares y articulares que pueden causar incomodidades. De hecho, este cuidado específico puede marcar la diferencia en situaciones como el dolor lumbar, la irradiación del dolor hacia las piernas, un abdomen endurecido, el abdomen bajo, la congestión pélvica, y hasta el reflujo gastroesofágico.
Después del parto, se inicia un capítulo completamente nuevo en la vida de la mujer, y es crucial abordar la regulación de la postura y el movimiento. Aquí es donde entra en juego nuevamente la osteopatía, trabajando para mejorar la adaptación del cuerpo a los cambios posparto.
Las situaciones comunes que pueden surgir después del parto son: dolor en la región del pubis y diástasis de los rectos del abdomen. Asimismo, la mujer puede experimentar congestión pélvica, lumbalgias, ciáticas, dolor de la columna en la zona cervical y dorsal, y dolor pélvico. Todas estas dolencias encuentran atención especializada con la ayuda de un osteópata. Mejor aún, un profesional que reúna conocimiento y experiencia en osteopatía y fisioterapia tendrá más recursos para contribuir a la mejora de la regulación de la postura y el movimiento, así como para abordar las consecuencias del parto.
Tratamientos osteopáticos para el suelo pélvico: un enfoque completo y práctico
Cuando se trata de disfunciones del suelo pélvico, la terapia osteopática se presenta como una solución integral de cuidado. Estos abarcan la complejidad de la situación con un enfoque práctico y preciso.
El tratamiento práctico incluye técnicas de liberación miofascial internas y externas, cuyo objetivo es tratar la disfunción del suelo pélvico. En función de esto, las herramientas a disposición del osteópata van desde masajes de tejidos blandos hasta manipulación, estiramiento y fortalecimiento, punción seca, ventosas y manipulación visceral, entre otras. Esta diversidad de técnicas permite adaptar el tratamiento a las necesidades específicas de cada paciente.
Aparte de lo anterior, la educación desempeña un papel esencial en el proceso. Los osteópatas explican y demuestran, utilizando modelos, la estructura, función y movimiento de los elementos mecánicos, incluyendo los componentes neuro-músculo-esqueléticos. Esta comprensión profunda ayuda a los pacientes a abordar y tratar mejor su dolor pélvico, proporcionando información actualizada sobre las más recientes pruebas y las opciones de tratamiento disponibles. En las sesiones pueden tratarse temas como la rehabilitación de la pelvis, la conveniencia de aplicar en paralelo tratamientos de osteopatía y fisioterapia, alternativas de estilo de vida, comportamientos e implicaciones biopsicosociales.
Por último, la prescripción de ejercicio completa el tratamiento osteopático para el suelo pélvico. La rutina recomendada puede incluir, entre otros: estiramientos, ejercicios de respiración y, especialmente, ejercicios de:
- Fortalecimiento
- Concienciación del suelo pélvico
- Entrenamiento de la vejiga
Igualmente, el osteópata puede diseñar un programa personalizado que incorpore ejercicios de resistencia de contracción lenta y de contracción rápida según las necesidades individuales.
Tratamiento de fisioterapia pélvica
Por su parte, las evaluaciones y tratamientos de fisioterapia pélvica se enfocan en los músculos, nervios, tejido conjuntivo, articulaciones, ligamentos y tendones de la cintura pélvica, la zona lumbar y las caderas. En concreto, este abordaje detallado trata de manera específica las disfunciones del suelo pélvico según sus causas:
Para suelo pélvico hipertónico, el tratamiento se enfoca en ejercicios de relajación de los músculos, estiramientos para los músculos tensos y técnicas de terapia manual. Se normaliza el tono del suelo pélvico hipertónico, movilizando la zona lumbar, las caderas y la pelvis para aumentar la movilidad si es necesario, y se realiza la liberación del tejido conjuntivo para los músculos tensos y la fascia.
En el caso de suelo pélvico hipotónico, el tratamiento se centra en ejercicios de fortalecimiento de los músculos, ejercicios de fortalecimiento del tronco y técnicas de terapia manual. Similar a su contraparte hipertónica, se normaliza el tono del suelo pélvico hipotónico, movilizando las áreas afectadas y liberando el tejido conjuntivo.
A propósito del enfoque terapéutico que integra osteopatía y fisioterapia, es fundamental reconocer que algunos pacientes pueden presentar una combinación de músculos del suelo pélvico tensos y débiles. En estos casos, se trabaja con técnicas de relajación para reducir la tensión antes de implementar ejercicios de fortalecimiento. Este enfoque secuencial garantiza que los músculos del dicha zona alcancen un tono de reposo normal antes de iniciar el fortalecimiento, si es necesario.
¿Quieres fortalecer tu suelo pélvico combinando osteopatía y fisioterapia?
Como puedes ver, las dos especialidades de las que hablamos forman un dúo que trabaja en equipo para restaurar el equilibrio del suelo pélvico. Así que, si alguna vez te has sentido incómodo/a o experimentas alguna de las disfunciones descritas, recuerda que estas disciplinas están aquí para guiarte hacia el bienestar.
Aquí, en Valencia y Castejón, puedes contar conmigo. Soy Gregory Miralles, especialista en osteopatía y fisioterapia, con más de 20 años de experiencia clínica. Contáctame para sesiones presenciales y por vídeollamada.